miércoles, septiembre 26


Alegras tantos amaneceres
con tu suave voz....

tan lejana estás,

pero aquellos kilómetros que nos separan

se acercan con el lenguaje sutil

de tus palabras y

confidentes de ternura.


Llenamos espacios

vacios que ocultabamos,

y que con el tiempo hemos

logrado descubrir,

se me parte el alma cuando

a veces la tristeza nos embarga,

pienso que hemos estado

en mundos distintos,

solo que el destino

nos reunió en una eterna amistad

a través de las palabras.


Tal vez en un par de años ,

aún mantengamos la misma distancia

pero la amistad y

la compañía de tu suave dulce voz,

no se olvidará.

Hoy cuando la noche comienza a nacer
bajo la tenue luz
y mi escritorio que es mi única compañía
Escribo mis últimas líneas que serán testigo
De las horas finales de mi existir.
Di lo mejor de mí
Fui amigos de mis amigos
Estuve en las buenas y en las malas
Más allá de mi existencia
Y aunque nunca lo mismo recibí ,
Con verlos feliz, fui feliz
Amé demasiado en la vida
Y jamás llegaron a amarme,

pasé tantos años enamorado
perdidamente de un sueño imposible,

Y castigué a mi vida por algo que nunca fue.

Reí, lloré, esperé y dediqué
Mis cortos años a escribir y
A cumplir mis aspiraciones
¿Pero de qué sirven?
Si están contentos los que siempre estuvieron
Y confiaron en ti,
Y no los que deseaste también que lo hicieran.

Mañana, cuando la luna se oculte y las
Estrellas retornen a dormir
Encontrarán la misma luz tenue
Que fue testigo
De mi último esfuerzo……
...................Por vivir.