martes, octubre 9


Remolinos que caminan
con el viento,
nubes dispersas esconden el sol,
prados inmensos
cubriendo mi vida
y una historia de nunca acabar.


Serena permanecen
aquellas palabras,
escritas con letras
empañadas en dolor,
distantes aquellos brazos y besos,
distantes en el atardecer.


Remolinos que caminan
en el recuerdo,
nubes que apagan
las luces de la noche,
serena las caricias y los besos,
distantes en el atardecer.