viernes, febrero 29


Sonriente apareció la luna

acompañada
de un manto de estrellas,

no sé por que estará contenta debe
ser por que recupero su

risa, que por largos

años ocultó.


Buscó en miles de caminos

restos de ese sol que no lloró
su ausencia

inolvidable quedaron sus huellas

sumergidas en el corazón

atormentadas por no regresar.


No serán sus palabras
que acusen esa loca forma de

venerar su amor, su clamor, sus

añoranzas, su verdad

recordarán historias

reclamarán su querer

entre cariños sin retorno

teñidas de llanto enjuiciados de dolor.


Juntó a cada una de las

almas victoriosas que

unen ese cariño,

razones hay por hacerlo

esta el sol, está la luna

generosas de besos y abrazos

unicos en la vida

inolvidables hasta sus muertes.